

“Vivir es una huella".
Ada Salas nace en Cáceres en 1965. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Extremadura y en la actualidad comparte su oficio de poeta con el de profesora de Enseñanza Secundaria. En 1987 recibe el Premio «Juan Manuel Rozas» de poesía con Arte y memoria del inocente (Cáceres, 1988). Su libro Variaciones en blanco (Hiperión, 1994) obtuvo el IX Premio de poesía «Hiperión». En 1997 publica La sed, y en el 2003 Lugar de la derrota, ambos también en Hiperión. Su obra ha sido recogida en diversas antologías como Ellas toman la palabra (Hiperión, 1997), Poesía española reciente (1980-2000) (Cátedra, 2001) y La otra joven poesía española (Igitur, 2003). En 2008 ha publicado Esto no es silencio (premio Ricardo Molina).
Ada Salas nace en Cáceres en 1965. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Extremadura y en la actualidad comparte su oficio de poeta con el de profesora de Enseñanza Secundaria. En 1987 recibe el Premio «Juan Manuel Rozas» de poesía con Arte y memoria del inocente (Cáceres, 1988). Su libro Variaciones en blanco (Hiperión, 1994) obtuvo el IX Premio de poesía «Hiperión». En 1997 publica La sed, y en el 2003 Lugar de la derrota, ambos también en Hiperión. Su obra ha sido recogida en diversas antologías como Ellas toman la palabra (Hiperión, 1997), Poesía española reciente (1980-2000) (Cátedra, 2001) y La otra joven poesía española (Igitur, 2003). En 2008 ha publicado Esto no es silencio (premio Ricardo Molina).
HAY LIBROS QUE SE ESCRIBEN SOBRE LA CARNE MISMA…
Hay libros que se escriben sobre la carne misma.
Hay libros que se escriben sobre la carne misma.
Son esas cicatrices que nos hablan
y sangran
cuando el tiempo se rinde a su derrota
un puñado de signos que apenas
comprendemos
y eran el beso intacto de la vida.
La sed, 1997.
y eran el beso intacto de la vida.
La sed, 1997.
A Qué Región...
A qué región me llegaré a buscarte
A qué región me llegaré a buscarte
ahora que reposas a mi lado
en forma de deseo
hombre
cuya belleza apenas
conocía. Cada día me ciñe
su cilicio de ausencia.
Me has herido de vida desde toda
tu muerte
y no hay sueño bastante a tu vacío.
La Casa...
La casa que abrigó tu corazón
La casa que abrigó tu corazón
será una ruina. Furtivos
en la noche
la habéis abandonado.
Oscura en el jardín la tierra removida.
Quise
decir traición
y dije llanto.
Te Has Ido...
Te has ido como el sol.
Una boca de tierra
te había comulgado.
Luego sólo la llama enmudecida.
UNA MIRADA
que disuelva
con paciencia y con método
el edificio azul de la memoria.
Una mano que arranque.
Carne.
Carne sólo
aunque mísera. Que el día sea real -un paisaje real
sin el espejo incierto de los símbolos-
y que el frío
-este frío que encoge
la ciudad
hasta darle el tamaño
preciso
de mi casa-
sea sólo la llaga que recuerde a los hombres
su cuerpo de animales
ateridos.
(Del libro Esto no es el silencio, Premio Ciudad de Córdoba "Ricardo Molina", Madrid, Hiperión, 2008.)
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